jueves, 11 de junio de 2009

Las tres claves de una relacion de pareja (marcos)

Química, me refiero a la atracción sexual que se experimenta naturalmente entre dos personas y les impulsa a contactarse corporalmente. La Química se da independientemente de que la otra persona coincida o no con el ideal que tenemos. Incluso, ¡generalmente nos enamoramos de alguien que es bastante diferente a lo que imaginábamos como nuestro ideal!
Por Afinidad, me refiero a poseer valores, hábitos, intereses y gustos similares y/o coincidentes. Si bien no es necesario que las dos personas sean idénticas -cosa que por otra parte, seguramente resultaría muy aburrido- sí lo es, que sean compatibles de modo que puedan "encajar" una con la otra. Tal como dice un antiguo koan del Budismo Zen japonés "un ave y un pez podrían enamorarse ¿pero adónde vivirían?"
Por Compromiso, me refiero a la voluntad de perseverar en la relación poniendo todo lo necesario para que ella se fortalezca y crezca. La mayoría de las personas tienden a desvincularse ante la aparición de dificultades. "Me decepcionó", "no era como yo creía", "me harté", etc. Estos y otros suelen ser los comentarios para justificar el permitir que actúe la fuerza "enemiga Nº 1" de una relación: la fuerza de la separación. La persona comprometida hace todo lo necesario para corregir en sí misma las carencias, adopta una actitud de comprensión y aceptación ante el otro y continúa apostando a favor del vínculo. Por supuesto que esto tiene un límite y el mismo aparece cuando, habiendo hecho todo lo necesario y posible, la relación continúa mostrándose como pobre o insatisfactoria.
Veamos ahora como se combinan los tres factores:
Si existe Química y no existe Afinidad ni Compromiso, es posible que sea una muy buena relación de amantes pero no una relación de pareja completa. Quienes se unen basándose únicamente en la Química, suelen terminar separados luego de un tiempo.
Si existe Química y Afinidad y no existe Compromiso, la relación puede durar un cierto tiempo pero inevitablemente se derrumbará ante la aparición de dificultades provenientes de las naturales diferencias de personalidades.
Si existe Química y Compromiso y no existe Afinidad, el destino de este vínculo es similar al anterior.
Si existe Afinidad y no existe Química ni Compromiso, las personas podrán ser excelentes amigos y si optan por convertirse en pareja seguramente irá camino al desastre.
Si existe Compromiso y no existe Química ni Afinidad, estamos ante dos "voluntaristas" es decir, ante quienes confían en que serán capaces de convertir a un elefante en una rosa, en cambiar las cosas por medio de su voluntad. Frecuentemente soy consultado por quienes han actuado así y suelen comentarme "no sé porqué mi relación terminó". Mi respuesta suele ser que ello sucedió por una simple razón: porque era una pareja que no estaba cimentada adecuadamente.
Si existe Química, Afinidad y Compromiso, estamos ante una relación que posee todo el potencial para crecer y perdurar a través del tiempo y las circunstancias.

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